6 sept 2012

Te miré por unos segundos, otra vez, quería realmente ver que había adentro, o atrás, qué me escondías; que estabas ocultando, a veces no solo a mi, a todos. Y te miré lo más fuerte que pude y traté de sacarte el disfraz, la pintura, y la suciedad de tu cara y lo encontré y sonreí; pero a vos no te gustó nada y me gritaste, gritaste fuerte y notaste que seguía mirándote, me fui riéndome. Y cuando estuve a salvo, grité te amo mil veces, como si pudieras escucharme, grité que te había visto, que te encontré debajo de todo, ahí encerrado, y que ya no te ibas a poder ocultar, que lo más hermoso de vos lo vi, y no quise contárselo a nadie más.

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